Laboratorios de innovación: un desafío en el sector público

La innovación pública no es una opción, es un imperativo. Para ello, los laboratorios de innovación son bondadosos para superar los desafíos que el sector enfrenta: cierre de brechas históricas para una mayor equidad y bienestar, incluso por encima de la actual crisis política.

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Los problemas estructurales del Perú en el acceso a servicios básicos afectan a un número importante de peruanos, sobre todo en zonas rurales. Ahí, donde existen las mayores dificultades para acercar la educación, salud o vivienda, en la última milla, se requiere repensar e innovar procesos que aceleren el cierre de estas brechas.

Para ello, aquí te explicamos más sobre los laboratorios de innovación como un potente y necesario instrumento de gestión pública.

¿Qué son los laboratorios de innovación pública?

Los laboratorios de innovación pública son espacios de experimentación orientados a la búsqueda de soluciones a problemas sociales mediante la creación de nuevos productos o servicios que satisfagan una necesidad concreta. Para ello, desarrollan prototipos, experimentos aleatorios, aplicaciones móviles y software, entre otras actividades (Acevedo y Dassen, 2016).

A los laboratorios de innovación pública también se les llama laboratorios del cambio, laboratorios de gobierno o equipos de innovación. Estos nombres evidencian la necesidad de acelerar cambios a través de equipos de trabajo ágiles.

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Si bien en la mayoría de casos el modelo de gestión de los laboratorios de innovación pública implica la dependencia o adscripción a una organización estatal, esto no necesariamente es una regla.

En efecto, entre los laboratorios de este tipo más destacados a nivel internacional se encuentran el GovLab de la Universidad de Nueva York (https://thegovlab.org/) y el NovaGob.Lab (https://novagob.org/goblab), que es el primer laboratorio de innovación pública en España.

Ambos se encuentran dentro de lo que se conoce como el “ecosistema de innovación”, pero no dependen de una entidad pública.

¿Por qué crear laboratorios de innovación pública?

Innovar en este contexto enfrenta grandes desafíos: las inercias burocráticas y las resistencias internas. En el Perú, los retos tienen que ver con la falta de una cultura de la innovación, así como la ausencia de incentivos y de un ecosistema que la fomente. 

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Además, las administraciones públicas siguen una tradición garantista y burocrática con un modelo administrativo rígido y piramidal que no favorece la generación de ideas innovadoras y donde reina la aversión al fracaso y a hacer las cosas de manera distinta (Almonacid, 2016).

Para que la innovación pública no sea un proceso casuístico, singular y aleatorio, es esencial crear espacios adecuados para que los servidores públicos puedan poner en valor sus capacidades y experiencias y donde el fracaso está permitido. Y es que la innovación implica tener una “mirada innovadora” que solo es posible con un distanciamiento de los problemas de la cotidianeidad (Criado et al, 2017).

De este modo, se logrará el aceleramiento de los cambios que el país necesita.  

Laboratorios de innovación pública en el Perú

Al igual que Chile con su Laboratorio de Gobierno (https://www.lab.gob.cl/), nuestro país ha apostado por la creación de laboratorios de innovación en entidades públicas. Sin embargo, a diferencia del manejo centralizado chileno, en el Perú estos espacios tienen una visión sectorial de los problemas públicos que pretenden resolver.

En efecto, uno de los primeros laboratorios de innovación pública es el AYNI Lab-social (https://evidencia.midis.gob.pe/innovacion-social/). Se trata de  un Laboratorio de Innovación Social cuyo objetivo es impulsar la generación de innovaciones costo-efectivas para la política social. Para ello, identifica e implementa soluciones innovadoras dirigidas a mejorar la calidad de vida de la población en condición de pobreza o vulnerabilidad, de acuerdo con las prioridades establecidas por el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social como ente rector de la política social (Resolución Ministerial 248-2016-MIDIS).

El segundo laboratorio de innovación pública es el implementado por el Ministerio de Educación, denominado MineduLAB (http://www.minedu.gob.pe/minedulab/). En este caso, el objetivo es identificar innovaciones de bajo costo con un alto impacto potencial para abordar los desafíos que enfrenta la política educativa en el Perú (Resolución de Secretaría General 2019-2017-MINEDU).

La última apuesta por impulsar la innovación pública en nuestro país ha sido la reciente creación del MINSALAB por parte del Ministerio de Salud (Resolución Ministerial 1107-2022-MINSA). Este laboratorio de innovación constituye una estrategia para promover la formulación e implementación de intervenciones innovadoras basadas en evidencia en el sector salud, que hoy en día afronta uno de los mayores desafíos para garantizar la provisión y acceso pleno a los servicios.

Pese a ello, los laboratorios de innovación pública aún constituyen experiencias aisladas de algunos sectores que han sido más proactivos o han accedido a programas de asistencia técnica internacionales para implementarlos, por lo que el diseño de innovaciones y sus resultados son muy acotados. 

Los laboratorios de innovación como medio para generar valor

Si bien desde el punto de vista conceptual existe un consenso al entender a la innovación como un “medio” para generar valor público, muchas veces en nuestro país se parte de la idea errónea de que estos laboratorios son un fin en sí mismos. Así, se pierda el verdadero foco de la innovación pública: las necesidades y expectativas de la ciudadanía que deben atenderse desde un servicio público.

Otro de los desafíos que afrontan es lograr la adopción efectiva y el escalamiento de sus innovaciones, así como dar sostenibilidad y asegurar el mantenimiento de las soluciones que desarrollen (Acevedo y Dassen, 2016).

De este modo, la posibilidad de que los laboratorios de innovación cumplan su objetivo depende en gran medida del liderazgo, lo que los convierte en herramientas extremadamente frágiles (Ponce, 2021).

Ante este contexto, es necesario generar las condiciones para garantizar un grado razonable de sostenibilidad a las iniciativas innovadoras que se vienen logrando desde los laboratorios de innovación pública existentes en nuestro país.

Casos de laboratorios de innovación en el Perú

En el caso del MineduLAB, se ha permitido generar evidencia y lograr el escalamiento a nivel de política educativa de instrumentos que, actualmente, viene siendo utilizados con éxito.

Algunos ejemplos de ellos son el Incentivo No Monetario Bono Escuela, el Instrumento de Seguimiento Semáforo Escuela, así como el más reciente: SMS Pronied, orientado a mejorar la ejecución del mantenimiento a través de la implementación de un servicio de mensajería personalizado para cada responsable.

Del mismo modo, a través de AYNI Lab Social se ha diseñado e implementado proyectos como el Sistema Portátil para el diagnóstico de anemia usando un smartphone e inteligencia artificial. También, el Diseño de cobertizos mejorados como mecanismo de adaptación a las heladas, entre otros.

Si bien estos instrumentos han logrado desarrollar tecnología que se implementa con éxito en el abordaje de los problemas públicos que intentan solucionar, aún no se ha logrado institucionalizar estas herramientas y establecer su implementación como políticas públicas, que permita un mayor nivel de escalamiento y un uso intensivo en los diversos niveles de gobierno.  

Las personas: recurso clave para la innovación pública

Es indiscutible el papel que juegan los servidores públicos como motor de la innovación. Por ello, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) señaló que, para impulsar y promover la innovación en el sector público, es necesario crear un plan de acción con cuatro ejes estratégicos: las personas, el conocimiento, las formas de trabajar de los equipos y las condiciones de funcionamiento de la organización (OECD, 2015).

En esta línea, resulta de especial relevancia la capacitación de los servidores públicos en metodologías para desarrollar innovación y el fortalecimiento de habilidades como el liderazgo, creatividad, enfoque en resultados, resiliencia, agilidad y empatía.

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A pesar de ello, una revisión de los Planes de Desarrollo de Personas (PDP) de 2022, correspondiente a 12 entidades públicas de sectores como educación y cultura, así como instituciones rectoras de distintos sectores, se evidencia que las acciones de capacitación vinculados a la innovación representan menos del 30 % del número total de capacitaciones programadas en dichas organizaciones para los servidores públicos (52 de un total de 194).

Ante esto, es imperativo que las entidades públicas incorporen en la planificación de la capacitación el desarrollo y fortalecimiento de competencias clave para asegurar la sostenibilidad y escalamiento acelerado de las herramientas de innovación pública, como los laboratorios relacionados con la materia.  

(Con la colaboración de María Gutiérrez y Leslye Campos)