En un mundo laboral y educativo en constante cambio, los mapas funcionales permiten conectar la formación con el empleo. Esta herramienta clave del Marco Nacional de Cualificaciones del Perú (MNCP), creado por Decreto Supremo 012-2021-MINEDU, permite alinear las competencias laborales con las demandas del mercado.
Este artículo explora la importancia de estos mapas funcionales, desde su construcción hasta el impacto sobre la empleabilidad y la educación.
El Marco Nacional de Cualificaciones y los mapas funcionales
El Marco Nacional de Cualificaciones y los mapas funcionales
El Marco Nacional de Cualificaciones del Perú (MNCP) es una estrategia nacional diseñada para conectar la formación con el empleo, estructurando las habilidades necesarias para distintos sectores productivos (Resolución Ministerial 321-2021-MINEDU). Dentro de este marco, los mapas funcionales actúan como un puente entre lo que se enseña y lo que el mercado laboral demanda.
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De este modo, los mapas funcionales son diagramas que desglosan las funciones clave de un sector, identificando las actividades necesarias para alcanzar un objetivo. Por ejemplo, en el sector agrícola, un mapa funcional podría mostrar las funciones que se requieren desde la preparación del terreno hasta la comercialización del producto final, de manera desagregada.
El proceso inicia con la definición del propósito
Los elementos del mapa funcional, bajo el orden con el que se deben identificar, son los siguientes: propósito principal del sector, subsector, cadena de valor o macroproceso; función clave o proceso, función principal o subproceso; función básica o competencia; subfunción o elemento de competencia. La desagregación de funciones se realiza por niveles hasta llegar al cuarto nivel, donde:
- El primer nivel es la función clave o proceso;
- El segundo nivel es la función principal o subproceso
- El tercer nivel es la función básica o estándar de competencia
- El cuarto nivel son las subfunciones o elementos de la competencia: conocimientos, habilidades o actitudes.
A través de la desagregación de funciones, los mapas funcionales permiten identificar los estándares de competencia requeridos, así como los perfiles ocupacionales. De esta forma, se proveen insumos para el diseño de experiencias formativas que apunten al desarrollo o fortalecimiento de las competencias identificadas y se garantiza que los trabajadores cuenten con los requerimientos necesarios para cumplir con las expectativas del puesto.
Estándares de competencia, metodología y expertos
El siguiente paso, tras elaborar un mapa funcional, es desarrollar los estándares de competencia laboral, documentos que detallan las habilidades, conocimientos y actitudes necesarios para realizar una función específica en el trabajo.
Los estándares de competencia deben seguir una determinada estructura en su elaboración:
- Verbo de acción: describe la tarea. Ejemplo: «supervisar».
- Objeto: especifica lo que se supervisa. Ejemplo: «la construcción».
- Condición: define las circunstancias bajo las cuales se realiza la tarea. Ejemplo: «siguiendo normas de seguridad».
Los estándares son esenciales para conectar la formación con el empleo, a través de la capacitación laboral y la certificación de competencias, ofreciendo una base común que facilita la movilidad laboral.
De este modo, la elaboración de mapas funcionales y la identificación de estándares requieren la participación de dos actores clave:
- Metodólogos: son profesionales con experiencia en análisis funcional y enfoque de competencias. Su rol es planificar, convocar expertos y liderar los talleres donde se construyen estas herramientas.
- Expertos sectoriales: son personas con amplia experiencia en un sector que aportan información sobre cómo se realizan las tareas, los resultados esperados y las habilidades necesarias.
La combinación de estas perspectivas asegura que los mapas y estándares reflejen las realidades del mercado laboral.
De los estándares de competencia a los perfiles ocupacionales
Un perfil ocupacional reúne los estándares de competencia necesarios para desempeñar una ocupación específica. Además de detallar las funciones, incluye requisitos como certificaciones, habilidades lingüísticas o condiciones físicas.
Los perfiles ocupacionales ayudan a los empleadores en la definición de lo que buscan en sus trabajadores, así como a las instituciones educativas en el diseño de programas de formación que respondan a estas necesidades.
Además, los perfiles ocupacionales son herramientas clave para las políticas públicas orientadas a conectar la formación con el empleo, ya que permiten orientar las iniciativas de capacitación hacia áreas prioritarias del mercado laboral.
Institucionalidad de los mapas funcionales en la empleabilidad
Los mapas funcionales son mucho más que diagramas, son herramientas poderosas que conectan el mundo educativo con el laboral. Su implementación garantiza que las competencias adquiridas en el aula tengan un impacto real en el mercado de trabajo, impulsando tanto el desarrollo profesional como el económico.
La aprobación de los mapas funcionales, estándares de competencia y perfiles ocupacionales está a cargo del Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE). Para ello, se aprobó la Guía Metodológica para la Elaboración de Mapas funcionales, Estándares de Competencia Laboral y Perfiles Ocupacionales (Resolución Directoral General 059-2023-MTPE/3/19). A la fecha, el MTPE actualizó 11 mapas funcionales y aprobó 7 nuevos, correspondientes a diversos sectores, subsectores, cadenas de valor y actividades (MTPE, s.f.).
A pesar de este avance, si se considera que el Clasificador Internacional Industrial Uniforme (CIIU), en su versión más reciente (CIIU Rev. 4), incluye un total de 420 clases de actividades económicas, se evidencia que aún existe una importante brecha por cerrar para institucionalizar un efectivo alineamiento entre las necesidades del mercado laboral con los programas de formación educativa.
Considerando el tamaño del desafío, es necesario realizar un trabajo de priorización, identificando sectores estratégicos con alta demanda laboral o importancia económica, así como involucrar a expertos, empresas y gremios en el proceso, promoviendo la colaboración multisectorial que permita acelerar la construcción de nuevos mapas funcionales.
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Referencias
Decreto Supremo 012-2021-MINEDU. Decreto Supremo que crea el Marco Nacional de Cualificaciones del Perú – MNCP y la comisión multisectorial de naturaleza permanente denominada “Comisión Nacional para el seguimiento a la implementación del Marco Nacional de Cualificaciones del Perú – MNCP”. Publicado el 9 de julio de 2021. https://spij.minjus.gob.pe/spij-ext-web/#/detallenorma/H1287077
Resolución Ministerial 321-2021-MINEDU. Apueba el documento denominado «Estructura, contenido y criterios para la agrupación y priorización del Marco Nacional de Cualificaciones del Perú – MNCP». Publicado el 23 de agosto de 2021. https://cdn.www.gob.pe/uploads/document/file/2134616/RM%20N%C2%B0%20321-2021-MINEDU.pdf.pdf?v=1629910078
Resolución Directoral General 059-2023-MTPE/3/19. Guía Metodológica para la Elaboración de Mapas funcionales, Estándares de Competencia Laboral y Perfiles Ocupacionales. Publicada el 8 de setiembre de 2023. https://cdn.www.gob.pe/uploads/document/file/5131222/Guia%20Metodol%C3%B3gica-v6-25.08-v3.2.pdf
Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo – MTPE (s.f.). Mapas funcionales. https://www2.trabajo.gob.pe/el-ministerio-2/sector-empleo/dir-gen-form-cap-lab/normalizacion-y-certificacion/mapas-funcional/
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